Los incentivos fiscales disparan el leasing de e-bikes en Alemania
El modelo de bicicleta de empresa gana tracción en Alemania, donde el leasing de e-bikes se beneficia de una fiscalidad favorable y un ecosistema maduro de movilidad corporativa sostenible
Una fiscalidad a favor de la bici de empresa
Alemania se ha convertido en un referente europeo en la promoción del leasing de bicicletas eléctricas en el ámbito laboral. Gracias a un marco fiscal que premia la movilidad sostenible, más de 2,1 millones de bicicletas circulan actualmente bajo régimen de leasing, según datos del mercado. De ese total, alrededor del 78 % corresponden a e-bikes, reflejando una clara preferencia corporativa por la asistencia eléctrica.
El sistema permite a las empresas ofrecer bicicletas o e-bikes a su plantilla mediante arrendamiento operativo, bajo dos modalidades: como beneficio adicional al salario o a través de la conversión de una parte del salario bruto. En ambos casos, la normativa alemana contempla exenciones y reducciones fiscales que hacen el leasing mucho más ventajoso que la compra directa.
Modelos de leasing: del “Entgeltumwandlung” a la bicicleta libre de impuestos
El mecanismo más común es el de la conversión salarial (Entgeltumwandlung), donde el empleado reduce su salario bruto para financiar la bicicleta. Esto reduce la base imponible y las cotizaciones sociales, tanto para trabajador como empresa. Desde 2020, el uso privado de la bici sólo tributa sobre el 0,25 % del valor de lista mensual, frente al 1 % aplicado a los coches de empresa.
Cuando la empresa ofrece la bicicleta como suplemento salarial (sin reducir el salario base), el uso privado queda completamente exento de impuestos. Esta modalidad, más ventajosa para el empleado, suele combinarse con e-bikes de gama media-alta, financiadas completamente por el empleador.
Impacto en el canal bike y oportunidades de negocio
El crecimiento del leasing de e-bikes corporativas está generando un nuevo segmento dentro del canal bike en Alemania. Fabricantes y distribuidores están adaptando sus catálogos a modelos específicos para uso profesional, con criterios de durabilidad, bajo mantenimiento y equipamiento urbano.
Paralelamente, el papel de las empresas de leasing se ha multiplicado. Actores como JobRad, Lease-a-Bike o Bikeleasing.de actúan como intermediarios entre marcas, comercios y empresas usuarias, generando un ecosistema B2B2C en el que las tiendas también pueden encontrar nuevas vías de ingreso a través del mantenimiento, asesoramiento o sustitución de flotas.
Condiciones clave y puntos de atención
Para acogerse a las ventajas fiscales, es imprescindible que la bicicleta no supere los 25 km/h (e-bike convencional). Las speed pedelecs, al considerarse vehículos a motor, tributan con un régimen menos favorable (1 % del valor de lista).
También es fundamental que el contrato de leasing se formalice entre la empresa y el proveedor, con cesión documentada al empleado. La duración habitual es de 36 a 48 meses e incluye seguro, mantenimiento y opción de compra al finalizar el contrato.
Una referencia europea a seguir
El leasing de bicicletas y e-bikes en Alemania ya supera los 2,1 millones de unidades activas. Esta cifra representa una proporción significativa en relación con las ventas totales del país, que alcanzaron 3,9 millones de unidades en 2024, de las cuales 2,1 millones fueron e-bikes. Es decir, el leasing se consolida como un canal estructural dentro del mercado alemán.
En comparación, el mercado español registró 1,357,000 unidades vendidas en 2022, según datos sectoriales, sin cifras oficiales de leasing comparables. Esto pone de manifiesto el potencial que tendría la implementación de un sistema similar en España, donde el leasing de e-bikes aún es incipiente.
El caso alemán demuestra que el leasing, cuando se combina con incentivos fiscales, puede escalar rápidamente y consolidarse como opción de movilidad corporativa. Para el mercado español, representa un modelo replicable que podría activar nuevas oportunidades para marcas, talleres y plataformas de movilidad.
La clave está en construir alianzas entre canal bike, empresas usuarias y agentes financieros. Y en reclamar un marco normativo que reconozca a la bicicleta como herramienta laboral con impacto positivo en salud, sostenibilidad y eficiencia urbana.






