Iván Doctor Bike: “El sector no es rentable tal como está planteado”

Su fundador, Iván Rodríguez, gestiona uno de los talleres de referencia en suspensiones, e-bikes y ruedas y defiende que el sector debe fijar precios coherentes de mano de obra.

El fundador de Iván Doctor Bike, Iván Rodríguez, gestiona uno de los talleres de referencia en España en suspensiones, e-bikes y ruedas. Trabaja para clientes finales de todo el país y para decenas de tiendas que le externalizan reparaciones, diagnósticos y servicios que no pueden asumir internamente. Con más de 230.000 euros invertidos en herramientas, maquinaria y formación, Rodríguez defiende que el sector vive todavía muy por debajo de su potencial por un motivo claro: el taller sigue sin valorarse.

En esta conversación con BikeBusiness.es, se muestra directo: la mayoría de tiendas no calculan bien su tiempo, no conocen los costes reales de un servicio técnico moderno y se refugian en el taller sin procesos, sin inversión y sin formar al personal. El resultado: clientes descontentos, márgenes bajos y un sector que “no es rentable tal y como está planteado”.

El taller pugna en España por ser un negocio rentable. ¿Qué están haciendo mal todavía muchas tiendas cuando ponen precio a su mano de obra?
Lo principal es que no valoran su trabajo. Muchas tiendas se quejan de que el cliente no quiere pagar, pero luego son ellas mismas quienes no ponen en valor lo que hacen. El problema de base es que gran parte del sector nace de ciclistas que abren una tienda porque les gusta la bici, pero no desde una visión empresarial. Yo soy mecánico, no ciclista, y miro los números como tengo que mirarlos. A eso se suma que muchas tiendas no invierten ni en formación ni en herramientas. Dicen que hacen “de todo”, pero con un taller muy básico, ya que les falta el 80% del material necesario.

Muchos detallistas dicen que el taller es su refugio cuando caen las ventas, pero mantienen precios bajos. ¿Es sostenible?
No, y por eso casi nadie vive bien del taller. Hay quien cobra 20, 30 o 50 euros por hora, pero luego tarifica por servicio: un ajuste por 12 euros, un mantenimiento por 35. La cuestión es que siempre hay que facturar por hora trabajada porque cada bici y cada marca es un mundo. Cada caso debe facturarse por tiempo real. Su dinero es su tiempo. Ahora mismo el sector de la bici tal y como está planteado es uno de los menos rentables. Todo el mundo lo sabe.

Trabajan con suspensiones, ruedas y e-bikes para toda España y Portugal. ¿Es usted más aliado o más competencia para las tiendas que le envían trabajo?
Cuando empezamos a ofrecer servicios a tiendas, muchas eran reacias porque nos veían como una tienda más, aunque no lo somos. No entendían el modelo. Me pasé casi dos años recorriendo España, de tienda en tienda, enviando correos, mensajes, explicando el servicio. Con el tiempo lo entendieron: somos una herramienta. Si usted tarda tres semanas en devolver una horquilla porque no tiene el material, y yo se lo soluciono en tres días, le interesa trabajar conmigo. Hoy trabajamos con unas 90 tiendas, y no podemos asumir muchas más.

En sus redes se ven muchas chapuzas. ¿Quién tiene más culpa: el cliente o el taller?
Antes era más culpa del cliente, porque una bici era simple y la gente tocaba sin saber. Desde hace año y medio, con la caída de ventas, mucha gente se ha empezado a meter en trabajos que no sabe hacer para “sobrevivir”. Eso es un arma de doble filo. Queda mal con el cliente, este pide una segunda opinión y todos salimos perjudicados. Sin herramientas específicas, diagnóstico de e-bikes o dinamómetros es imposible hacerlo bien. Acaba siendo una ñapa que luego queda anulada en garantía al llegar a un centro autorizado. En Iván Doctor Bike habilitaremos ahora una zona de I+D con una impresora 3D.

¿Cuánto pierde un cliente por no hacer mantenimiento preventivo?
Muchísimo. Nosotros tenemos una clientela numerosa que mantiene de forma preventiva, pero cuando llega alguien solo para reparar, suele venir todo roto. Nunca queda perfecto y el coste puede ser el 25% o 30% del valor de la bici. Si cuida la bici, con 300 o 500 euros al año la tiene perfecta. Es más barato.

¿Está el sector preparado para una subida fuerte de tarifas?
No. Hay miedo a cobrar lo que toca e incluso a invertir, porque muchos dueños no conocen ni las posibilidades que ofrece el sector. Nosotros llevamos invertidos entre 230.000 y 240.000 euros en el taller. Es una barbaridad comparado con la media, que está entre 5.000 y 20.000 euros.

En redes es muy conocido. ¿Da más negocio un reel o un presupuesto bien hecho?
El reel llega a mucho público en muy poco tiempo, pero lo que da dinero es el trabajo bien hecho. Yo no vendo nada en redes: enseño lo que hacemos. La gente ve el proceso y pregunta porque le da confianza.

Uno de los temas que trata es la formación. ¿Hay trabajos que nadie debería hacer sin acreditación?
Sí. En suspensiones y e-bikes es clarísimo. En un curso de diez horas no aprende a reparar. Aprende cuándo puede actuar y cuándo no. Sin herramientas específicas, sin diagnóstico, sin procedimientos oficiales, lo que hace es una reparación condenada al fallo. Y en cuanto llega a un centro autorizado, queda anulada en garantía.

¿El modelo de recogida y envío es el futuro del servicio técnico?
Funciona muy bien. Tenemos clientes que no conozco en persona y que nos mandan la bici desde 800 kilómetros porque nos siguen en redes y confían. La provincia que más trabajo nos envía es País Vasco, seguida de Castilla y León, Galicia, Cantabria, Cataluña, Madrid y luego algo de Valencia y Andalucía. Y parte de Portugal, especialmente la zona norte. Muchas tiendas nos recomiendan. Eso dice mucho.

¿Qué pesa más hoy: el taller o la marca Doctor Bike?
El taller, sin duda. Empecé yo solo, luego se incorporó mi pareja. Después una chica de apoyo y ahora somos cuatro.

Si mañana tuviera que darle un solo consejo a una tienda que está al límite, ¿qué le diría que cambie primero?
Todo. Procesos, relación con proveedores, comunicación y precios. Las tiendas se creen importantes para las marcas, pero para las marcas somos un número. Solo usted puede sacar su negocio adelante. Y el cliente cada vez sabe más: quiere a alguien técnico, que no venda humo, que no le engañe, que sea transparente. Además, hay que trabajar con citas previas, controlar el stock, dejar de acumular producto que luego se vende online más barato, organizar bien el taller y separar funciones: o es mecánico o es comercial. Si hace las dos cosas a la vez, falla.

Sobre precios, debe cobrar lo justo para poder hacer el proceso completo con herramienta oficial. No puede reventar precios. Nosotros cobramos 65 euros la hora de mecánica general, con IVA. Es altísimo respecto al mercado, pero nadie se queja porque el trabajo se hace como se tiene que hacer. En este contexto, he creado una academia online con cursos presenciales y contenido técnico solo para negocios.

El sector debería fijar un precio coherente de la mano de obra. Habría que hacerlo entre todos, subir donde haya que subir y dejar atrás la guerra de precios. Reventar los precios ya no funciona. El futuro también pasa por diversificar: por eso hemos abierto una línea de I+D y quiero ampliar la parte de suspensiones de motor. En el ciclismo hay que tener siempre una segunda vía de negocio planificada.