Collserola: hacia una regulación que reconozca el valor del ciclismo
CSRC impulsa una mesa de negociación con administraciones y entidades para regular con sensatez el uso deportivo del parque. Un paso clave también para proteger el ecosistema socioeconómico vinculado.
El Parc Natural de Collserola vuelve al centro del debate. Esta vez no por nuevas sanciones, sino por una propuesta de diálogo liderada por CSRC (Collserola Sport Respecte i Ciclisme), que ha conseguido reunir a administraciones, expertos y usuarios para abordar la regulación del uso deportivo en este espacio natural emblemático.
La iniciativa nace de una constatación compartida: muchas decisiones se han tomado en los últimos años sin escuchar ni a quienes usan Collserola a diario ni a los actores que dependen de su buen uso. Entre ellos, un sector económico que va desde tiendas y talleres especializados hasta marcas, distribuidores y organizadores de eventos deportivos. Para todos ellos, contar con una normativa clara, científica y pactada es clave para garantizar la continuidad de sus actividades, la seguridad jurídica y la planificación de inversiones.
CSRC defiende que el ciclismo de montaña no es el problema, sino parte de la solución para una Collserola viva, activa y respetuosa. Reclaman una red de caminos oficiales, el mantenimiento adecuado de los senderos y, sobre todo, una gestión basada en el respeto y el diálogo permanente. Prohibir sin alternativas solo genera conflicto y desafección.
Desde el sector empresarial se valora positivamente que exista una mesa de trabajo estable. Una vía que, si avanza con valentía, podría traducirse en una revisión del actual PEPNat y abrir la puerta a nuevas oportunidades: rutas señalizadas, turismo deportivo, formación, servicios especializados… todo ello bajo un marco regulado, sostenible y compartido.
CSRC anima a todas las personas, empresas y entidades interesadas a seguir este proceso y participar activamente. Para más información, se puede seguir y contactar directamente con CSRC a través de su perfil en Instagram (@csrc_barcelona), donde la entidad va informando de los progresos de de su grupo de trabajo.
Este proceso no es exclusivo de Collserola. Iniciativas similares se están gestando en otras zonas con alta presencia de ciclismo de montaña como por ejemplo en la Sierra de Guadarrama, en Madrid, donde colectivos ciclistas, asociaciones ecologistas y ayuntamientos han iniciado contactos para actualizar las normativas y garantizar una gestión equilibrada de los espacios naturales.
La oportunidad está servida: si el sector ciclista, tanto en su vertiente lúdico-deportiva como socio-económica, consigue posicionarse como actor legítimo y colaborador en la gestión del territorio, se abrirá un escenario de mayor estabilidad y proyección para todos los agentes involucrados.