Cicles Jové baja la persiana por falta de relevo generacional
El histórico comercio de Sabadell será sustituido por El Taller de la Bicicleta, mientras que la Unió Ciclista Sabadell mantendrá su sede en el mismo local.
Después 82 años de actividad, Cicles Jové cerró el pasado 30 de septiembre definitivamente su tienda en Sabadell. Fundado en 1943, el establecimiento fue durante décadas un referente para generaciones de ciclistas en el Vallès. Según explica su copropietario, Antoni Soler, a BikeBusiness.es, la decisión se toma por la falta de relevo generacional. El otro dueño era Jordi Farell.
“El motivo es tan sencillo como que no hay relevo”, resume Soler, también presidente de la Unió Ciclista Sabadell, entidad que comparte el mismo espacio. “Tengo dos hijas que han seguido otros caminos, y es normal, porque a día de hoy el pequeño comercio tiene muchas dificultades de subsistencia y las nuevas generaciones buscan salidas por otros lados”, admite.
Sin embargo, el local no quedará vacío, ya que próximamente lo ocupará El Taller de la Bicicleta, dirigido por Jordi Perarnau, también de Sabadell, que trasladará allí su negocio de reparación y venta de accesorios. “La buena noticia es que las bicicletas no desaparecen de este espacio”, remarca Soler. “Llegará otra empresa del sector y, además, mantendremos la sede de la Unió Ciclista Sabadell tal como está ahora”, expone.
La entidad centenaria conservará su sala de trofeos, su espacio de reuniones y el material logístico, y seguirá organizando competiciones desde el mismo punto. “Seguiremos vinculados al nuevo negocio como lo estábamos antes, porque ellos también estarán en contacto con la entidad”, puntualiza.
Despedida con mucha nostalgia
Soler sostiene que los tiempos han cambiado y recuerda con nostalgia aquella época en la que reparar una bicicleta era casi un arte. “Antes radiábamos ruedas con alambre, poníamos parches y desmontábamos los piñones. Ahora todo se cambia entero; ese valor de las manos artesanas se está perdiendo”, lamenta.
“Los talleres vivimos de nuestras manos, pero la gente ya no da valor al trabajo manual: se mira solo el precio y no el oficio”, critica, destacando que la carga burocrática y la competencia del canal online también han acelerado la decisión.
“La presión fiscal es enorme y ahora, encima, venía la factura electrónica. Nosotros queríamos vender, reparar y atender al cliente, no trabajar para la administración”, afirma con contundencia, reiterando que “a cierta edad llegas agotado y dices basta”.
La revolución tecnológica del sector
El exempresario es testigo directo de la evolución técnica del sector. “Vivimos la llegada del pedal automático, los frenos V, los de disco, los cuadros de acero, luego aluminio y ahora carbono. Cada pocos años todo cambia, y llega un momento en que cuesta seguir el ritmo”, apunta.
“Ahora todo va muy rápido, y antes no era así. La bicicleta con la que Eddy Merckx ganó su último Tour de Francia y la que Bernard Hinault utilizó para ganar el primero eran iguales mecánicamente, y eso hoy es impensable: cada temporada hay muchos cambios”, explica.
Más allá de la tecnología, Soler reivindica el valor del trato personal. “No todo se reduce a encontrar la mejor oferta de precio. El valor está en la confianza, en que el mecánico recuerde tu bici, sepa cuándo te cambió la cadena y te atienda con nombre y apellido”, indica.
El cierre de la tienda, añade, se ha convertido en una muestra de ese vínculo con la clientela. “El martes que cerramos vino muchísima gente a despedirse y darnos las gracias. Algunos no los veíamos desde hacía años, y eso te emociona y te recuerda por qué empezaste”, destaca.
Un oficio y un legado
Para Soler, el legado de Cicles Jové no es solo una tienda que se apaga, sino una forma de entender el ciclismo. “Dejamos un bagaje que es el valor del trato humano, del oficio, de la proximidad. Estoy convencido de que ese modelo volverá, porque la gente empieza a valorar de nuevo la atención directa”, sentencia.
Mientras tanto, la Unió Ciclista Sabadell continúa con su actividad habitual y ya prepara el futuro. “Queremos celebrar la 96ª edición del Campionat de Sabadell y mantener viva su historia hasta, como mínimo, el centenario. Cierra una etapa, pero el espíritu sigue vivo”, concluye Soler.