Accell cerrará su histórica fábrica en Países Bajos en 2026
La compañía transferirá la producción a Hungría y centrará su sede de Heerenveen en diseño e ingeniería. El cambio implicará 160 despidos y el fin de un legado industrial de más de 120 años.
El grupo Accell ha anunciado el cierre de su planta de producción en Heerenveen, Países Bajos, previsto para el final del primer trimestre de 2026. Esta instalación, que representa el 20% de la producción total del grupo y ha sido durante décadas símbolo de fabricación neerlandesa de bicicletas, cesará su actividad tras más de 120 años.
La medida forma parte del denominado "Programa de Transformación" de la compañía, que ya en 2024 había consolidado dos centros en la misma localidad y trasladado parte de la producción a Hungría y Turquía, con una primera oleada de entre 100 y 150 despidos. Con la nueva reestructuración, se perderán otros 160 empleos.
A partir de entonces, la producción se concentrará en Hungría, con ensamblaje en Dijon (Francia). Mientras, la sede en Heerenveen se convertirá en un “hub estratégico” centrado en diseño, desarrollo de producto y soporte técnico, con un equipo reducido de unas 100 personas.
Jonas Nilsson, CEO de Accell desde agosto de este año, ha justificado el cierre como una vía para "mejorar la eficiencia y centrarse en la calidad, productividad e innovación", en un contexto de alta presión internacional sobre los costes de producción manual. El grupo asegura que la medida permitirá “reforzar la consistencia de producto y mejorar los plazos de entrega”.
Accell Group, propietario de marcas como Batavus, Koga, Sparta, Raleigh o Lapierre, experimentó en 2023 unas pérdidas superiores a los 390 millones de euros. En paralelo, ha reducido su red logística de 85 a 28 almacenes, con el objetivo final de operar con solo cinco centros.
Este movimiento reabre el debate sobre la continuidad del relato de la bicicleta “hecha en Holanda”, en un sector donde la deslocalización convive con narrativas de herencia y producción local.